
El pasado jueves 4 de mayo se realizó el Foro ¿ATRAPADOS SIN SALIDA? AUTORITARISMO, CRISIS LATENTE Y SALIDAS PARA EL PERU. Debaten defensores y defensoras de los ríos y territorios en el Perú en el marco de los treinta años de Fórum Solidaridad Perú. El Foro contó con la participación del profesor Sinesio López; Santos Saavedra Presidente de la Central Única de Rondas Campesinas del Perú y Grecia Ruiz de la Federación Regional Agraria de Piura y Tumbes. El Foro fue moderado por Gabriel Salazar, de Fórum Solidaridad Perú.
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La pregunta planteada fue cómo salimos de esta crisis que pareciera no tener salida. Luego de la captura del gobierno por la ultraderecha, se produjeron potentes e inéditas movilizaciones en el Perú que sin embargo no han logrado contener la ofensiva autoritaria que se viene desplegando en el Perú ni todavía abrir curso a una salida democrática. A partir de ellos Gabriel Salazar planteó abriendo el debate ¿en qué momento de la crisis estamos?, ¿cuál es el carácter de esta crisis? Por otra parte, ¿qué tendencias se vislumbran para la salida a la crisis? ¿La consolidación del régimen autoritario? En quiénes buscan recuperar la democracia se plantean también varias opciones. Finalmente, ¿cuáles son los desafíos que se tienen por delante? ¿Estamos ante un colapso como dice José Carlos Agüero? ¿Ante una profunda fractura entre dos Perús?
La primera intervención estuvo a cargo de Sinesio López quien planteó que en el Perú estamos viviendo una coyuntura crítica, esta es la sexta coyuntura crítica en nuestra historia republicana, una crisis que será larga. Una coyuntura crítica aparece cuando hay un acontecimiento ruptura que sale de lo cotidiano. Esta permite que las estructuras de mediana y larga duración aparezcan en la superficie de la sociedad a la vez que permite la aparición de grandes protagonistas que cierran las puertas al pasado y abren nuevas puertas. El suicidio político de Castillo permitió el contragolpe del parlamento para la sucesión de la vicepresidenta con la ultraderecha protagonizando una sucesión constitucional formal porque se gobierna con el programa y con quienes no ganaron las elecciones. Este contragolpe produce una gran movilización en primer lugar rural, luego se propaga a la región y luego a las regiones. Se configura un movimiento popular con una agenda política muy clara: la renuncia de Dina Boluarte, elecciones generales y una salida constituyente. Lo que no ha sido entendido por el poder. Esto porque la mayoría vio el maltrato a Castillo como propio, y se hizo consciente de la necesidad del reconocimiento de la igualdad.
La movilización produjo una respuesta del poder a través de las fuerzas armadas que prácticamente cogobiernan, lo que tuvo como resultado una clara violación de los derechos humanos incluyendo ejecuciones extrajudiciales y masacres, lo que ha sido denunciado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, y antes ha sido denunciada por otros organismos. Estamos ante un gobierno autoritario que aún tiene algunos espacios abiertos, sin embargo, podemos transitar a una dictadura, un régimen cerrado que copa todos los poderes y recorta todos los derechos. El protagonismo popular ha durado un par de meses, lo que ha sido importante, ha marcado la coyuntura y si bien hay un momento de reposo, sigue. La coyuntura no está resuelta, sigue abierta. Está abierta la posibilidad del adelanto de elecciones. Vivimos aún dos ciclones: el ciclón climático del norte, y el ciclón social del sur que pueden ahogar al régimen.
La movilización que tiene un carácter democrático, de revolución democrática se asocia con una crisis del modelo neoliberal que ha durado treinta años. Una máquina de producir informales y una desigualdad muy fuerte. En las zonas movilizadas la informalidad puede llegar al 93%. Se ha transformado una sociedad de clases, en una de informales. Este modelo ya anunciaba su fin con la pandemia que evidenció como unos pocos se enriquecieron con el boom exportador mientras la gran mayoría le goteaba y terminaba en la precariedad y la exclusión. Los diseños constitucionales, institucionales, organizativos y económicos permitieron el desarrollo de este modelo que ponía al Estado al servicio de los mercados y las elites empresariales en desmedro de las mayorías. Un estado con “islas de modernidad” vinculadas al capital, pero el estado que presta servicios para la gente es un desastre. Estamos viviendo un claro momento destituyente, aún no llega el constituyente.
¿qué puede venir hacia adelante? Estamos en una pausa de la movilización que tiene fases de ascenso y descenso. La hipótesis es que el norte y el sur se juntarán y esa unidad cambiará la situación. Por otra parte, este es un movimiento básicamente popular, campesino, provinciano. Aún no llega a las clases medias. Debe tener un liderazgo orgánico, hay embriones, pero no todavía un liderazgo y estructura clara. Tiene que organizar una representación que puede conformarse como un movimiento social y político. Se debe armar una coalición con otros sectores. No se puede triunfar sin una coalición sólida que le abra una salida democrática a la crisis. Hay un espacio amplio para ello ya que el rechazo al gobierno es tan alto que hay un divorcio entre el Perú oficial y social, no se puede gobernar sin legitimidad, la fuerza tiene su límite, no es el poder, no alcanza. Se puede mantener esto en los cauces democráticos impidiendo una salida fascista.
Por su parte Santos Saavedra de la CUNARC afirmó que el Estado siempre ha criminalizado y perseguido sistemáticamente a los que disienten en vez de defender y velar por los derechos de todos. Los pueblos indígenas y originarios han sido hostigados a las organizaciones que defienden los territorios del extractivismo, cuando se ha luchado por causas reivindicativas o se ha ejercido justicia. La respuesta del estado siempre ha sido la mano dura. Ahora hay una venganza selectiva del gobierno de facto, ya que la mayoría de víctimas provienen de los pueblos originarios. Quienes están en el poder no respetan siquiera los resultados electorales, violan la propia constitución que dicen defender. Estos son fenómenos que no son exclusivos del Perú, y hay una preocupación de diversos organismos ante estas políticas represivas y que buscan la impunidad. Se busca golpes de estado y provocan suicidios políticos como los de Castillo. Castillo fue asediado por los poderes fácticos y por la fuerza asaltaron el gobierno, además de los errores del gobierno.
Este estallido social ha desenmascarado muchas cosas. A los movimientos sociales y partidos de izquierda. Cuál es la posición de los partidos de derecha, de la derecha fascista que se alimenta del odio y la violencia que llama a cada rato a disparar a los pueblos. Poco accionar de las organizaciones de derechos humanos. Aún en medio de la dispersión, sin vanguardia, se ha generado una conciencia mayor sobre la necesidad de una asamblea constituyente, a través de un referéndum constitucional. También se plantea el adelanto de las elecciones y la restitución del presidente constitucional dados los vicios y abusos legales e incluso anticonstitucionales que se han cometido.
En este momento, en los sectores populares estamos en una etapa de trabajo de base esclareciendo. Tenemos que trabajar por acabar con la dictadura, porque si no, no hay posibilidad alguna de ninguna democracia y el régimen está buscando perpetuarse. Considerando además el aval de los Estados Unidos. Estamos en un laboratorio de lucha que nos permita aprender, que permita el surgimiento de nuevos liderazgos, nuevas formas de organización que permitan convertir a los pueblos en sujetos políticos, en sujetos constituyentes. La salida a la crisis no es solo electoral, se tiene que ir más allá. La asamblea constituyente es lo que nos unifica. Y eso no lo resolverá el parlamento, el poder constituyente está en las manos del pueblo. Lo que faltó fue unidad para derrotar en el primer momento a la dictadura, unir al norte y sur, trabajar en la conciencia y preparar a la gente para sostener las luchas de manera duradera. Muchos sectores no se sumaron, pero se irán sumando. Lo que hemos visto es un régimen ilegal e ilegitimo que apela al terruqueo para lograr impunidad y sostenerse.
Estamos ante una gran oportunidad, estamos en una lucha no reivindicativa sino política. Nuestra agenda son cambios de fondo y que se respete nuestros derechos, a la vida, al desarrollo. No puede permitirse que un pequeño grupo se beneficie y la gran mayoría esté en el abandono y la miseria. No había plata para los damnificados en el norte, pero si para la represión y para despilfarros de los sujetos que están en el parlamento que se burlan del país y las necesidades que tiene la gran mayoría. A eso apunta la alianza entre el Boluarte y el legislativo, para mantenerse en el poder. Se atreven a cuestionar los informes internacionales y quieren que salgamos de estos organismos, convenios y pactos para seguir masacrando, pactos que generan obligaciones en el Estado con los derechos humanos y derechos de los pueblos. Se debe sancionar a los responsables de los crímenes. Se necesita la renuncia de Boluarte y los congresistas. Nos hemos dirigido a los estados de la alianza pacífica para que se solicite a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a fin de exigir el levantamiento de los estados de emergencia, el cese del genocidio, la restitución de los derechos a elegir, la restitución de Castillo porque no se pueden normalizar los golpes de estado contra representantes del pueblo. Solo así podremos vivir la democracia y los derechos humanos.
Por su parte Grecia Ruiz del Frente Regional Agrario de Piura y Tumbes afirmó que efectivamente el sur y el norte se van a juntar pues el norte y Piura en particular están recibiendo un aprendizaje a la mala. La crisis climática es resultado del modelo, de poner al capital por encima de los seres humanos y eso también se constata en el Perú. No se prioriza a la ciudadanía porque muchos no son rentables y no se invierte de manera estratégica. Si hacemos una comparación entre el 2017 y hoy se hizo mucho más el 2017 y parece que buscarán solo lavarse la cara de la represión y los crímenes y van solo a tomarse fotos. Una de las preguntas que debemos plantearnos es dónde están los actores que deberían contribuir a una salida democrática a esta crisis, los partidos, los movimientos regionales. El estado está desbordado al igual que el gobierno, despilfarran los recursos y los pocos recursos que hacen llegar al norte son solo para infraestructura y no para atender a la población, especialmente a los más vulnerables. Y es el sector rural, los caseríos, las periferias no se está atendiendo a la crisis. Para ellos no hay salidas, ni la oportunidad de decidir sus destinos. No solo les afecta las lluvias, sino que hay que sobrevivir en el día a día. No hay políticas ni medidas estructurales para afrontar estos problemas y se insiste en las fórmulas extractivistas como en el proyecto Río Blanco.
Las proyecciones son pesimistas en términos de desastres ambientales que vivimos. No hay una infraestructura que permitirá contener al río en Piura. La salida sigue siendo la política, hay que politizar los problemas ambientales pues se deben tomar decisiones de política para impulsar los cambios estructurales que se necesitan como las medidas de urgencia, por ejemplo, fortaleciendo la agricultura familiar y las comunidades campesinas que pueden ayudar a enfrentar la crisis. De ahí la necesidad de participar en política. Hay una disputa de intereses. Lo primero que han hecho es exonerar a las agroexportadoras y no ayudan de la misma manera a los agricultores que son vulnerables y cuya vulnerabilidad se profundiza aún más con los problemas climáticos. Las políticas neoliberales y la constitución fujimorista han dejado en muy malas condiciones a los agricultores. Esas necesidades de participar en política tienen que ver con que nadie más va a velar por los intereses de los agricultores y de los sectores populares.
Así terminó este tercer foro que busca un diálogo entre la academia, dirigentes y activistas sociales que promueve Fórum Solidaridad Perú en sus treinta años y que continuará convocando a un diálogo para seguir buscando salidas populares y comunales a la crisis, desde los defensores y las defensoras de los territorios y los ríos y las diversas organizaciones sociales.
Mañana jueves 11 de mayo, a las 4 pm. es la próxima cita en que se reflexionará sobre el aislamiento y ausencia del gobierno peruano en la próxima Cumbre Presidencial Amazónica de agosto en Belém, Brasil, donde sí estarán presentes las redes de defensores/as peruanos/as.
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