ES TIEMPO DE CAMBIAR
LA SOLIDARIDAD – Y NO EL EGOÍSMO – SALVARÁN AL PERÚ
FORUM SOLIDARIDAD PERÚ ANTE LA SEGUNDA OLA DE COVID19 Y LA CRISIS SANITARIA, SOCIAL Y POLÍTICA
Es tiempo de cambiar. El mundo debe cambiar, el Perú debe cambiar, Forum Solidaridad Perú debe cambiar y nosotros/as debemos cambiar.
Como una pesadilla interminable, estamos enfrentados a una nueva y más mortal segunda ola del virus del Covid19, incluyendo nuevas mutaciones del mismo. La incertidumbre y el temor se apoderan de nuestros ánimos, en medio de incesantes y contradictorias informaciones y análisis, que solo logran aumentar la falta de claridad y el desconcierto.
La principal medida oficial para enfrentar esta situación, la declaración de una cuarentena total en gran parte del país, pero sin ningún apoyo económico para que las personas puedan de verdad cumplir esta cuarentena, es todo un símbolo de la encrucijada decisiva que atravesamos.
El egoísmo y la insolidaridad, la desigualdad y la avaricia, convertidos en supuestos “valores” y “motores” de la economía, que sustentaron un Estado siempre ausente para garantizar salud y educación a la gente, han quedado ahora, desnudos, descubiertos como instrumentos de muerte.
Solo la solidaridad, y no el egoísmo, salvarán la vida del pueblo peruano. Así lo entienden los millones de peruanos y peruanas que hoy forman rondas campesinas y urbanas; las ollas comunes y brigadas de salud comunitarias; los pueblos indígenas auto organizándose y protegiéndose con sus conocimientos naturales ancestrales; las familias y vecinos prestándose auxilios y esperanzas; saliendo a trabajar el día a día para alimentar amorosamente a sus niños/as y sus enfermos/as, a riesgo de sufrir el estigma fácil de la comodidad egoísta y la represión del mismo Estado que los abandona.
Las élites gobernantes en las últimas décadas, por el contrario, persisten con una ferocidad deshumanizada, en mantener las cosas igual que siempre, como si nada hubiera pasado, incluso en intensificar la desigualdad, el abandono de muchos/as y el privilegio de pocos/as. Incapaces de superar su deshumanización, ven la tragedia de la gente como una oportunidad de negocio para ganar más; para aumentar abusivamente sus precios en clínicas y farmacéuticas; para dar todavía más privilegios a los multimillonarios con el dinero de todos/as, que, otra vez, les entrega alegremente el Estado; para bajar salarios y despedir a sus trabajadores/as; para negarse a cualquier gesto siquiera de solidaridad, como mayores impuestos a los muy, muy ricos, que incluso entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional están recomendando públicamente, a pesar de que sí entregan coimas millonarias a las opciones políticas que defienden sus ganancias; para destruir más y con más impunidad a la naturaleza, que pueblos y comunidades han preservado como regalo a la humanidad, bajo el pretexto de una reactivación económica que no es más que la reactivación de la muerte.
A los problemas endémicos de desigualdad, instituciones débiles y corrupción, se agrega ahora una inédita elección de poderes ejecutivo y legislativo en cuarentena, que, al impedir campañas en terreno, condiciona aún más la democracia a la aparición en los grandes medios de comunicación, cuya propiedad está concentrada, otra vez, en las grandes elites económicas.
Entramos al bicentenario de la independencia del Perú y a 31 años de actividad de Forum Solidaridad Perú, en esta decisiva encrucijada. La gravedad de la hora no deja espacios para irresponsabilidades. Todos/as quienes apostamos por la vida, debemos ahora, más que nunca antes, ser sus activos/as defensores/as. No queda tiempo ya para darnos el lujo de no ser consecuentes. Debemos cambiar. Empezando por construir la unidad, solidaridad y participación que exigimos para el Estado, también desde nuestras vidas, nuestras familias, nuestros espacios laborales y comunitarios.
En ese esfuerzo de cambio, imperfecto pero imprescindible, urgente, Forum Solidaridad Perú asume públicamente el compromiso de proponer, exigir y aportar a las siguientes acciones y propuestas que nos permitan defender y salvar la vida, frente a la actual y futuras pandemias y desafíos. Acciones y propuestas que ya vienen siendo realizadas por el esfuerzo de la gente, se están aplicando en otros países, o son recomendadas públicamente por organismos financieros internacionales:
• Cuarentena con apoyo económico para que pueda ser cumplida. Establecer una economía de guerra, con prioridad absoluta en enfrentar la pandemia para salvar las vidas de la gente. La economía debe estar al servicio de la vida y no al revés. Todas las capacidades del Estado deben ser reorientadas y concentradas en entregar el apoyo económico mínimo para que las personas puedan, de verdad, cumplir cuarentena. Incluyendo, bonos realmente universales e incondicionados, periódicos mientras dure la cuarentena; el uso obligatorio y solidario de la infraestructura de los bancos privados; condonación o suspensión de deudas de alquiler, luz, agua, etc. Empezando urgentemente por los sectores más desfavorecidos y luego extendiendo hacia los demás, excluyendo únicamente a quienes no lo requieren por contar con ingresos seguros y adecuados. Avanzando hacia una renta básica mínima universal, perfectamente posible y deseable para la economía, como lo han planteado públicamente organismos financieros internacionales.
• Declarar prioridad nacional la seguridad alimentaria y la producción local. Más del 70% de la mesa de los hogares se surte de la producción local. Es urgente declarar de prioridad nacional la seguridad alimentaria y la producción local de alimentos, con un importante presupuesto y facilidades para ello. Empezando por abolir el vergonzoso régimen laboral agrario y establecer el mínimo trabajo decente en el agro. Esto es urgente para hacer frente a la Pandemia y evitar la escasez de alimentos y el hambre.
• Dar facilidades y protección sanitaria a la producción local. La cuarentena en muchos casos no está permitiendo impulsar la producción local, es necesario que se de facilidades, pero también atención sanitaria. Así, garantizamos la producción local, su transporte y comercialización, pero también una producción libre de COVID-19.
• Estrategia comunitaria para la preparación y distribución de alimentos. Política nacional de apoyo material económico mínimo del Estado a los cientos de miles de iniciativas de preparación y distribución de alimentos (ollas comunes, compras y acopios solidarios, comedores, etc.), generados por comunidades y sociedad civil, iglesias, etc. Aprovechando y potenciando sus capacidades para satisfacer la necesidad en los sectores más vulnerables, hasta ahora abandonados a su suerte por el Estado. Recogiendo e incorporando participativamente sus saberes, experiencias e iniciativas.
• Mayor inversión en salud. Duplicar, al menos, el actual porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en salud, de alrededor del 3%, uno de los más bajos en América Latina. Priorizar Equipos Personales de Protección (EPP), camas UCI, mejorar las condiciones laborales del personal de salud e implementar el despistaje y atención en zonas rurales. Las sugerencias brindadas por el Colegio Médico del Perú (CMP) deben ser incorporadas. Incluyendo el control y uso obligatorio de las capacidades de los negocios privados de salud, cuando el interés público lo exija. La emergencia exige priorizar la vida de los/as peruanos/as, re-distribuyendo hacia el sector salud, por ejemplo, el gasto militar. La guerra es ahora contra la pandemia y así debe entenderse.
• Estrategia comunitaria de salud para enfrentar la pandemia. Política nacional de apoyo material económico mínimo del Estado a los cientos de miles de iniciativas de salud comunitaria, generados por comunidades y sociedad civil, iglesias, etc. (rondas campesinas y urbanas, médicos y brigadas itinerantes, etc.), aprovechando y potenciando sus capacidades para resultados eficientes, especialmente, en prevención de contagios, abandonando la actual estrategia fracasada, puramente hospitalaria, que ha llevado al colapso del sistema.
• Cuarentena sin retrocesos en la igualdad de género y la lucha contra la violencia hacia la mujer. Declarar en emergencia la violencia contra la mujer durante la cuarentena, aumentando recursos a la prevención (campañas públicas), denuncia y sanción a la violencia contra la mujer; así como a la promoción de mayor igualdad de género ante las exigencias que impone la cuarentena.
• Mayor inversión y estrategia comunitaria en educación. Se debe declarar en emergencia la educación del país. Dotar de mayores recursos, especialmente en materia de conectividad de internet, a las zonas más abandonadas. Poner nuevas y dignas condiciones a las empresas de conectividad para operar en el país que garanticen cobertura, como es perfectamente posible. Entregar equipos y mejorar condiciones a profesores/as. Estrategia nacional comunitaria, participativa, con educadores/as populares y radios, iglesias, etc. para garantizar el derecho a la educación en cuarentena. Incluyendo regulación, control y uso de negocios privados de educación, cuando lo exija el interés público.
• Política económica de guerra, con más impuestos a los muy, muy ricos, para ayudar a todos/as y con responsabilidad del estado. Como lo han planteado públicamente los organismos financieros internacionales, es hora de que quienes se han beneficiado más durante las últimas décadas aporten a sus países. Los multi millonarios, los muy, muy ricos, deben pagar más impuestos, con los cuales el El estado debe asumir su rol redistributivo y de garantía de derechos para una eficiente superación de la pandemia.
• Transparencia, más que nunca. Hoy existe la amenaza de muerte, por falta de atención médica, y de hambre, sobre cientos de miles de peruanos y peruanas. Por eso, más que nunca, debemos exigir la transparencia del uso de los recursos públicos, para que la corrupción no los robe. Se ha generado un mayor desembolso del estado con menos controles, buscando rapidez y eficiencia para enfrentarla. Esto es positivo, aunque absolutamente insuficiente. No son dádivas, sino la obligación del estado de garantizar el derecho a la vida. Algunas autoridades y funcionarios pueden suponer que la emergencia les da cierta licencia para la corrupción. Contraloría, OSCE y otras entidades deben redoblar su control. Se deben actualizar más y con más detalle las páginas web de transparencia de los gobiernos nacional, regionales y locales, para vigilar efectivamente el gasto extraordinario de la emergencia. Es imprescindible contar con mayores normas para que el Estado controle la corrupción, tales como el levantamiento de secreto bancario planteado por la ONPE, especial y prioritariamente a las grandes fortunas.
• “Vacuna verde” con transición social y ecológica para dejar de generar pandemias. Abandonar las suicidas propuestas – producto del egoísmo de ganancias de algunos – de insistir en una “reactivación económica” depredadora del medio ambiente, contaminante de ríos y territorios, que destruye bosques y contamina a las poblaciones animales y humanas. Debemos dejar de generar pandemias como la que actualmente sufrimos; cuanto antes empecemos, más probabilidades de sobrevivir tendremos. Implementar, con leyes, presupuesto e infraestructura, la transición energética a energías limpias y renovables. Otorgar derechos legales a la Naturaleza y los Ríos. Reconocer y fortalecer las autonomías territoriales indígenas.
• Nueva Constitución Política para el Bicentenario, escuchar la voz de la gente. Planificar e implementar un proceso de asamblea constituyente, fuertemente promovido por el Estado, con amplia participación de toda la sociedad, para discutir y elaborar democráticamente una Nueva Constitución, que supere la actual, de origen dictatorial cuestionable, gastada, en crisis y deslegitimada. Las crisis políticas recientes han mostrado con claridad que el camino de no querer escuchar la voz de la gente es fracasado e inviable. Las marchas multitudinarias, con enormes sacrificios, incluso en vidas de jóvenes, han mostrado inequívocamente que hay que escuchar a la gente, consultarla, construir una nueva democracia, legítima, de todos/as, para entrar al Bicentenario de la independencia con esperanzas y compromisos.
• Política activa para promover un plan solidario del sistema financiero internacional. Apoyar y promover decididamente las propuestas recomendadas públicamente por el Fondo Monetario Internacional – FMI y el Banco Mundial – BM (también por el Papa Francisco y otros líderes mundiales), de mayores impuestos a los muy, muy ricos, renta básica universal incondicional, moratoria y condonación de las deudas estatales y otros mecanismos que favorecen a países con más dificultades, como la “emisión de derechos especiales de giro” (ya usado por el FMI en la crisis financiera de 2009). La pandemia ha demostrado que los nuevos desafíos no se resolverán sin la solidaridad a escala global, mientras antes se actúe en consecuencia, más probabilidades de sobrevivir tendrá la humanidad.
• Hacemos un llamado a la población a cumplir, en el máximo de sus posibilidades, con las recomendaciones para evitar el contagio del Covid – 19, (aislamiento, lavado de manos, uso de guantes y mascarillas y otros) porque es la única manera que vamos a poder comenzar a controlar la pandemia.