
- Reunión se realizó en marco a la Asamblea Mundial del Llamado a la Acción Contra la Pobreza (GCAP) y los objetivos del Desarrollo Sostenible.
- El diálogo se centró en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, con énfasis en la desigualdad de género en el acceso a la salud.
Las mujeres en Perú enfrentan una desigualdad y exclusión estructural histórica que se refleja en el limitado -en algunos casos nulo- acceso a derechos. Más aún cuando se trata del ejercicio de autotomía, participación pública y acceso a la salud, es notoria la brecha por género. Esta brecha es aún mayor cuando se trata de mujeres pobres, rurales, periurbanas y racializadas. Por ello la urgencia de abrir espacios de diálogo en los que más mujeres puedan verbalizar sus inquietudes, problemáticas y demandas. Con esta premisa, la Asamblea Popular “Hablemos de nuestros derechos”, realizada en Iquitos en marco a la Asamblea Mundial del Llamado a la Acción Contra la Pobreza (GCAP), se enfocó en derechos a la salud, y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
En este sentido, es importante resaltar la preocupante situación de Perú en cuanto a la salud y autonomía de las mujeres, derechos básicos para alcanzar otros derechos. Las mujeres peruanas enfrentan la falta de garantías para acceder y gozar de sus derechos sexuales y reproductivos. Esto se evidencia, por ejemplo, en que solo en el 2021, 52.6% de los nacimientos ocurridos en los 5 años anteriores fueron no deseados al momento de la concepción, y 2 de cada 3 en el caso de las adolescentes, cuya tasa de embarazo se elevó a 8.9%. Se suman a ello las cifras de violencia sexual, de muerte materna y los miles de mujeres que no gozan libremente de su sexualidad.
En el caso de Loreto, la situación es aún más alarmante. Este departamento amazónico encabeza la tasa de embarazo adolescente per cápita, así como estar en los primeros lugares en VIH y VPH. Aún peor, en este departamento la violencia sexual contra las niñas, especialmente las indígenas y pobres, es tan común como normalizada.
Hace poco más de un mes, a mediados de agosto, los ojos del país entero y el mundo estuvieron puestos en Loreto por el caso de “Mila”, una niña de solo once años que se encontraba embarazada producto de la violencia sexual sistemática ejercida hacia ella durante más de cinco años por parte de su padrastro. A pesar de su complicada situación y el riesgo en que se entraba su vida, Mila fue nuevamente violentada por el sistema de salud peruano, el cual se negaba a permitirle el acceso a su derecho a un aborto terapéutico. Finalmente, gracias a la presión de organismos nacionales e internacionales defensores de derechos humanos, el Estado peruano aceptó cumplir con su obligación de facilitarle a Mila su derecho.

En este contexto, la Asamblea Popular realizada en Iquitos tuvo como protagonistas a un grupo diverso de mujeres de una de las periferias de la ciudad. Ellas manifestaron sus experiencias, inquietudes y tuvieron la oportunidad de dialogar con representantes de organizaciones defensoras de derechos humanos en Loreto, así como con personal de centros de salud.
Esta asamblea fue realizada por la colectiva feminista Yucas Bravas, con el apoyo de Forum Solidaridad Perú y GCAP.
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