Hartos de la tóxica combinación de petróleo con indiferencia gubernamental, que envenena desde hace más de tres décadas al río Morona y a los niños de las comunidades Wampís de esa zona, dirigentes dijeron basta y esperan un auténtico diálogo de parte de los responsables oficiales de estos prolongados crímenes ambientales.
Indiferencia
En Perú, indígenas Wampís de Puerto Alegría, departamento de Loreto, afectados por derrames petroleros, suspendieron reunión con representantes del gobierno ante la flagrante falta de compromiso de éstos.
La reunión en dicha localidad se convocó para el 17 de enero pasado y buscaba dialogar soluciones y remediación a más de 30 años de derrames petroleros de la empresa estatal Petroperú que vienen afectando gravemente la salud y la naturaleza de estas comunidades en el río Morona.
La reunión, pactada entre el gobierno y los pueblos del Morona afectados, había comprometido la participación de 11 instituciones del Estado, además de Petroperú. Sin embargo, solo llegaron finalmente apenas 4 entidades.
Esta evidente muestra de indiferencia indignó a la población y sus dirigentes y tras algunos informes acordaron suspender la reunión y posponerla para el día 19 de febrero en la misma localidad de Puerto Alegría, a la espera de un cambio de actitud del gobierno.
Indignación
«No por el tema del diálogo vamos a seguir mintiendo», expresó en la ocasión Elvis Saavedra, morador de la comunidad de Puerto Alegría.
El hace referencia a la permanente y pública actitud de la petrolera estatal y los gobiernos de turno, a lo largo de más de tres décadas, de buscar imputar los recurrentes derrames petroleros a «causas externas», incluso a «cortes provocados por terceros», cuando la evidencia demuestra que se trata, en la inmensa mayoría de casos, de negligencia, como la mala instalación de las válvulas de bombeo, por ejemplo.
Mira Aquí el Video Facebook (2 minutos) de Elvis Saavedra en la reunión
Se trata del Ramal Norte del oleoducto Norperuano, que desde el inicio de sus operaciones en la estación 4, desde hace 42 años, ha sufrido numerosos derrames petroleros que envenenan directamente el agua de la quebrada de la comunidad Wampís de Fernando Rosas y su desembocadura en el río Morona aguas abajo.
A remediaciones parciales e insuficientes se han sumado nuevos derrames, agravados a su vez por la indiferencia de las autoridades responsables, configurando un cuadro de abandono e indignación de la población.
«Ya va a concluir el contrato y no se está haciendo ni un 10% de la base de la remediación» señalo en el encuentro, el dirigente Abel Rengifo.
De las 11 entidades de gobierno comprometidas para la reunión de diálogo, solo llegaron a la reunión representantes del Ministerio de Salud, el Programa Nacional de Saneamiento Rural, Energía y Minas y la PCM representado por el Sr. Javier Aroca. Se espera que en la próxima cita del 19 de febrero haya como mínimo un compromiso responsable de todas ellas.
Defender los ríos para defender los territorios
El pueblo Wampís, a través de sus organizaciones, es un actor protagónico del Foro Social Panamazónico (FOSPA), que entre sus iniciativas cuenta con la articulación de defensores/as de los ríos en toda la panamazonía andina.
A través de un proceso de acciones y reflexiones, el FOSPA ha conceptuado a los ríos como un factor clave donde se juega el territorio integral de pueblos y comunidades, en la medida que el agua desempeña un papel imprescindible en la conservación de la vida y que los ríos son un deposito sagrado de la cultura y la espiritualidad de pueblos y comunidades. De allí ha surgido el mandato para construir una Agenda común para su defensa.
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Enviado por la hermana Lucero Guillén C. – Comité Local Yurimaguas del FOSPA.