En los últimos meses, en Perú algunas cosas parecen funcionar al revés. Desde el 7 de julio, unos audios dejaron al descubierto que en vez de administrar justicia, unos jueces y fiscales se habían dedicado a delinquir. En las grabaciones de conversaciones telefónicas, se escucha a altos magistrados aparentemente negociando favores como la inocencia del violador de una menor, reparto de puestos de trabajo, pasajes y entradas para los partidos de Perú en el Mundial de Rusia, comidas en restaurantes caros, y más.
Desde que se difundieron, los diálogos vienen sacudiendo la política peruana y, como si fueran un terremoto, han derribado a figuras de alto perfil. Renunciaron el presidente del Poder Judicial (Duberlí Rodríguez), el ministro de Justicia (Salvador Heresi) y los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, el organismo autónomo encargado de nombrar a todos los jueces y fiscales de Perú, y a otros los destituyeron y hasta inicios de agosto, la policía arrestó a 11 personas.
La página peruana de periodismo de investigación IDL-Reporteros empezó la difusión de los audios que provocaron el sismo. La investigación estuvo a cargo de Gustavo Gorriti, director de IDL; su equipo, integrado por periodistas como Romina Mella; y Justicia Viva, un equipo legal de IDL.
Gorriti habló con BBC Mundo sobre las ondas expansivas del escándalo.
¿En qué momento algunos grupos de la justicia peruana empiezan a funcionar de forma corrupta?
Las redes corruptas siempre han necesitado infiltrarse y controlar el aparato judicial, la fiscalía, para que cuando sus casos lleguen a ese fuero, puedan liberarse.
El gobierno de Fujimori y Montesinos trató de capturar al Poder Judicial, tener un control decisivo de las instancias judiciales máximas.
Ahora hay algunos cambios de protagonistas. Pero la corrupción judicial ha sido grande, se ha mantenido.
Luego de varios años, hay un sistema judicial extremadamente mediocre, donde grupos e intereses buscan apoyarse mediante un constante intercambio de favores y dinero.
Esto va desde el «pirañeo» cotidiano, como ir sacando la plata para pagarse un restaurante de lujo, para que les den entradas gratis o les ayuden con el pasaje para ir a Rusia al Mundial de Fútbol, hasta cosas mucho más serias.
Buscan mantenerse y reproducirse (en el sistema) a lo largo del tiempo, dejando en herencia determinados puestos.
Como usted dice, los mismos jueces han contado sus aparentes delitos en los audios. ¿Cree que se sentían tranquilos hablando de ellos?
Deben haber tenido mucha confianza sabiendo que en el Perú, el Poder Judicial acepta (o no) las interceptaciones (telefónicas).
Me imagino que pensaron que ningún fiscal, ningún juez subordinado a ellos se iba a atrever a poner su carrera en juego interceptándolos.
«Me siento más optimista», «Todos los políticos entran y todos roban»: la alegría y el hastío de los peruanos ante la crisis de la renuncia de PPK y la nueva presidencia de Martín Vizcarra.
Tenían toda la capacidad (de perjudicarles la carrera), casi de un momento al otro.
(La investigación) ha requerido un gran valor, bravura por parte de los fiscales y jueces.
¿Y cree que los peruanos se han unido a esta pelea?
Ha habido mucha indignación, hubo una gran marcha contra la corrupción no solo en Lima, en muchas ciudades simultáneamente.
Pocas veces he visto el nivel de indignación que ha habido ahora. Lo único comparable con eso es el 2000 (año en que cayó el gobierno de Alberto Fujimori).
¿Pero la indignación sirvió o servirá de algo en este caso?
En 2000, la indignación de la gente finalmente derribó a Fujimori y abrió un momento altísimo de esperanza que, bien conducido, pudo haber sido un importante cambio social.
Pero se fue al diablo, a causa de políticos tan corruptos casi como lo fueron Fujimori y (Vladimiro) Montesinos (asesor del expresidente).
¿Y qué están haciendo los grupos corruptos ahora para que otra vez todo «se vaya al diablo»?
Hay una contraofensiva, que como siempre pasa, nunca es directa, de combate, sino sinuosa, esquinada, intrigante.
La indignación del pueblo ha puesto presión.
Yo creo que ahora va a haber intentos de contaminar la investigación, de mostrar que no ha sido bien llevada, de debilitarla, poner obstáculos.
¿Como por ejemplo?
Ha empezado a haber un derrame promiscuo de audios de fuentes vinculadas con la policía y la fiscalía, y han caído en todo tipo de manos.
Algunos están seleccionando cuidadosamente los audios que puedan hacerles daño a los otros.