Nos encaminamos a realizar la XVIII CONADES en un momento crucial para el país. A un año del gobierno de Kuczynski es tiempo de hacer un balance de ese periodo pero enmarcado en los casi 27 años de neoliberalismo y 17 años del retorno a la democracia. Resulta evidente lo lejos que estamos de ser un país con un Estado fortalecido al servicio del ciudadano y lo cerca que se siente el retorno a épocas oscuras respecto de respeto a derechos humanos y libertades. Es un tiempo de neoconservadurismo – expresado por ejemplo en campañas contra la igualdad de género o desprotección contra la violencia hacia mujeres y personas LGTBI – que nos confronta con la apuesta por la democracia.
Al mismo tiempo vivimos un periodo de desaceleración del crecimiento macro económico del país. Crecimiento que fue sostenido por los altos precios de las materias primas (principalmente de minerales) en el mercado internacional. La oportunidad de acumular riqueza vía la venta de minerales ya pasó, pero los defensores del modelo primario exportador parecen no darse cuenta. Entonces, cabe preguntarnos ¿qué consecuencias trae a la vida concreta de millones de peruanos seguir con este modelo primario exportador? ¿Hacia dónde nos conducen los 112 decretos legislativos del gobierno de Kuczynski? ¿Cuál es el rol que debe jugar el Estado en el desarrollo nacional? ¿Qué tipo de economía y modelo de desarrollo es la apuesta de la Sociedad Civil?
Vinculado a lo anterior, los primeros meses del año nos han recordado trágicamente que somos un país altamente vulnerable a los impactos del Calentamiento Global. El paso del “Niño costero” desnuda nuestra falta de previsión frente a los ciclos naturales, la escasa planificación de las ciudades y la inexistencia de políticas de adaptación a los cambios en el ambiente y clima. Como en otras ocasiones, el fenómeno El Niño pasará pero el desastre no, y el proceso de rehabilitación y reconstrucción recién comienza y se extenderá por los próximos años. El reto como país es atender lo inmediato sin descuidar la visión de largo plazo, pero ¿qué criterios deberán ser tomados en cuenta en la atención y en la planificación?
Como una gran sombra siempre presente está el problema de la corrupción. Este es un mal que el retorno a la democracia no eliminó, y al parecer se ha sofisticado de tal manera que una empresa como ODEBRECHT la hizo parte de su propio aparato institucional para establecer relaciones con las instituciones del Estado peruano. Hasta el momento no podemos calcular la dimensión real de la corrupción, pero sí varias de sus graves consecuencias: descrédito de la política y de la clase política, debilidad institucional, opinión pública tolerante frente a la corrupción, goce de derechos con cobertura de baja calidad y demás.
En un contexto como este es necesario que la Sociedad Civil peruana – nuevos y viejos actores – sea protagonista como en los momentos decisivos del país. La movilización y logros de los últimos años alimentan esa esperanza. La XVIII CONADES intentará ser el espacio de encuentro e intercambio de las diferentes organizaciones sociales, redes, plataformas y ONGD del país para encontrar puntos comunes para el análisis, la acción y la incidencia.
Los ejes articuladores del programa son:
- EJE 1: MODELO DE DESARROLLO
- EJE 2: SISTEMA POLÍTICO Y DESIGUALDADES
- EJE 3: CORRUPCIÓN